Juan Cárdenas: “Leer a Felisberto Hernández es mirar la realidad por el rabillo del ojo”

El escritor colombiano se presentó en el auditorio de la Facultad de Comunicación y Letras de la Universidad Diego Portales, para compartir algunas ideas sobre el aspecto visual y material en la obra del gran cuentista uruguayo.

por Matías Hinojosa I 15 Marzo 2017

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Ayer se abrió la temporada 2017 de la Cátedra Abierta Roberto Bolaño con la charla “Leer a oscuras. Notas sonámbulas en torno a Felisberto Hernández”, dictada por el escritor y traductor colombiano Juan Cárdenas. “Empecé a leer a Felisberto a los 15 años y desde entonces se convirtió para mí en uno de esos lugares a los que uno acude cada vez que pierde la fe en los poderes de la literatura”, contó el autor de Zumbido y Los estratos, quien comenzó analizando el estilo digresivo del escritor y su tendencia a la constatación de hechos periféricos. Ilustró este punto con el cuento “Nadie encendía las lámparas”.

“El efecto es comparable al de un estanque en el que alguien, desde un lugar invisible, arrojara piedritas y nosotros solo pudiéramos detectar la sucesión de ondas que se forman en la superficie. Felisberto cuenta todo de tal modo que uno pierde el interés por averiguar quién arroja las piedras y nos invita a disfrutar del movimiento del agua”, indicó. “En más de una ocasión se ha señalado que los cuentos de Felisberto tienen una actitud de franca oposición a la explicación. Como llevándoles la contraria a los defensores del close reading, para Felisberto leer no consiste en sumergirse en las profundidades del texto, ni hacer foco en un contenido sustancial que uno debería extraer como quien perfora un pozo, sino en captar la realidad por el rabillo del ojo. La retina solo desea lo que no se le ofrece directamente. Por eso no hay instante de revelación, ni ningún contenido positivo que consumir, solo un despliegue de cosas que de no haber aparecido así, de reojo, habrían sido obviadas”.

Observó también la obra de Hernández desde una óptica benjaminiana, haciendo un paralelo entre las descripciones precisas de “El acomodador” (relato donde un empleado de teatro comienza a proyectar una luz por los ojos que le permite ver en detalle los objetos) con las ideas de Benjamin sobre el primer plano y la cámara lenta, recursos cinematográficos que permiten, según el filósofo alemán, un encuentro con lo “visual inconsciente”.

Gran parte de la conferencia se centró en este aspecto visual y material de su narrativa. “Procura mostrar las acciones como el devenir de unas sustancias y unas energías, no como una mecánica de las intenciones”, apuntó Cárdenas. “Erradicar la psicología como motor de la narración parece ser uno de sus principales propósitos”. Y cerró diciendo: “Sus cuentos siguen siendo para mí un inagotable pozo de imágenes e ideas, de recuerdos propios y ajenos, porque a fin de cuentas, leyendo a Felisberto, todos seguimos siendo esos niños insomnes, medios sonámbulos, que van recorriendo la casa familiar a tientas, tropezando con los muebles, palpando sombras con los ojos abiertos a punto de emitir una lucecita”.

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