Paula Ilabaca: “No me gustan las novelas que son moralistas o que están intentando enseñar algo”

En Camino cerrado, la detective Amparo Leiva debe resolver un crimen pasional —una mujer ha muerto y el principal sospechoso es el amante— que le abre una puerta hacia una antigua obsesión, remontándola a una de sus primeras investigaciones. La escritora nacional, que trabajó en la PDI durante 10 años, reflexiona acerca de esta historia que puede leerse como una crítica sutil pero certera a la discriminación hacia las mujeres que ella vio en la institución policial. “No era mi interés exponer estos temas de una manera melodramática, panfletaria o de denuncia, mi intención era simplemente dejar las cosas ahí, mostrar”, dice en esta entrevista. “Eso es algo que me gusta mucho de las novelas de Michel Houellebecq, él deja el tema y el lector tiene el trabajo de analizarlo. Diamela Eltit trabaja de manera similar, es bonito no subordinar a los lectores”.