Salvavidas

“Cualquier persona puede ser salvavidas. Antes no, había test de Cooper, una travesía de nado de tres kilómetros, eeemm, cómo se llama…, apnea, 25 metros de apnea, los mínimos estándares para un salvavidas, (…) por eso entreno todo el año, hago cursos, clínicas, capacitaciones. Siempre lo he dicho, yo trabajo en esto por vocación, me gusta ayudar”.

por Milagros Abalo I 31 Marzo 2023

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Hay días en que uno sabe que se va a mojar, ahí dejo el banano arriba y me abrocho la zunga. Cuando cae una ola hay que entrar, llegar a la víctima, contenerla, sacarla. Es complicado cuando al que está adentro le viene la angustia, en general se tienden a entregar, pero a veces les agarra el orgullo, no quieren salir, me han mordido, me han rasguñado, si yo le dijera.

A esa persona le decimos nadador a las doce, no nada muy bien y llega un punto en que se queda quieto, nada un poco, se detiene, se lo lleva la corriente, nada otro poco y así… y ya cuando pide ayuda es porque se está muriendo. Las personas se ahogan más por cansancio que por no saber nadar, se desesperan, mueven los brazos, si yo le dijera, he tenido rescates en que uno está dirigiendo el tránsito, entra-entra-entra, aguanta ahí, es como leer el mar. Le puedo avisar desde afuera, dos, tres olas antes en qué punto salir, y si es necesario te metes, si no, no hay pa’ qué mojarse.

Los días más complicados son los de falsa marejada, se dan por ejemplo en la plena mar o baja mar, en los repuntes, cuando la marea sube-sube-sube, tiene un momento de paz y después un repunte, ahí baja de a poco y vuelve, como los latidos del corazón, y en los repuntes salen olas grandes y en la baja se lleva a los niños, porque se hace la ola acá, la siguiente aquí, la tercera acá, la cuarta aquí, y la quinta, para terminar el ciclo, vuelve aquí o acá y el niño que fue a buscar agua con un balde se va como un barquito de papel.

Es estresante cuando hay mucha gente, en la playa de al lado hay dos colegas más, el Ale y el Moreno, deberían ser unos cuatro. El otro día se me acercó un chico, que una señora se había caído, le pregunté cómo estaba, porque la primera impresión cuando te dicen que una señora sola se cayó en las rocas… ¿está bien? Sí, se dobló el tobillo pero está bien, la trajimos por la arena, me ayudaron, era riesgoso que siguiera caminando, era bien pesá la señora, estaba viendo unas conchitas y de repente se dio vuelta… como le digo, lo que más he tenido son esguinces, rasmillones y un palazo. Unos chicos de 13 años hicieron un hoyo gigante y uno se cavó el pie con una pala metálica, con ese grupo no me llevaba muy bien, llegaban aquí y me tiraban besitos, así que fui a hablar con los papás. También he tenido grupos en que me llevaba mal con los papás pero bien con los chicos.

Yo he tenido peleas en la playa, gente acampando, personas que se han ahogado, bueno, no ahogado, me refiero a rescates, y los marinos llegan a las cuatro horas. La otra vez una señora me preguntó ¿y el helicóptero?, si yo le dijera, las veces que lo he visto ha sido para botar quitasoles, se acerca a la orilla, hace una pirueta y salen todos volando.

Esta playa nunca ha tenido bandera verde, es muy abierta, las banderas verdes son para playas cerradas. El problema es que uno no puede decirle a la gente que no se meta, entonces hay que estar atento a las personas en la arena y en el agua y ahí hay rescate todo el rato.

Una vez un colombiano llegó a la boya y se congeló. Los colombianos están acostumbrados al agua caliente. Llevaba un mes en Chile, estaba vacacionando con la familia, se tiró un piquero, nadó, nadó, llegó a la boya, se quedó ahí, empezó a hacer señas, los amigos sacándole fotos, riéndose, le digo a mi colega el Mecina —que es igual al del Discovery Channel— que no lo veo muy bien, me dice ya, es tuyo… llegué, estaba agarrado a la boya, hola, estás bien, sí, sí, estoy bien, lo que pasa es que me dio frío… le amarré el flotador, lo saqué, llego a la orilla, cómo te sientes, puedes caminar… sí, sí, dio dos pasos y se cayó, el frío lo tenía mal, lo tiré arriba y se lo fui a dejar a la familia, era pesadito, metro noventa y cinco.

Cualquier persona puede ser salvavidas. Antes no, había test de Cooper, una travesía de nado de tres kilómetros, eeemm, cómo se llama…, apnea, 25 metros de apnea, los mínimos estándares para un salvavidas, si no tengo buena apnea no voy a pasar la ola, si no tengo buena resistencia de nado me voy a ahogar con la víctima, si tengo que ir a una emergencia con la camilla no puedo llegar sin aire, por eso entreno todo el año, hago cursos, clínicas, capacitaciones. Siempre lo he dicho, yo trabajo en esto por vocación, me gusta ayudar.

No como los marinos, pa’ lo único que sirven es pa’ andarle diciendo a la gente señor, no puede tomar en la playa, y después se van y todos tomando. Yo he tenido peleas en la playa, gente acampando, personas que se han ahogado, bueno, no ahogado, me refiero a rescates, y los marinos llegan a las cuatro horas. La otra vez una señora me preguntó ¿y el helicóptero?, si yo le dijera, las veces que lo he visto ha sido para botar quitasoles, se acerca a la orilla, hace una pirueta y salen todos volando.

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