La última colonia, el más reciente libro de Philippe Sands, revela otro entramado de acuerdos privados y engaños internacionales. Se trata del caso en el que Estados Unidos le pide en arriendo a Inglaterra un puñado de islas del océano Índico para establecer allí una base naval. Ello implicó el destierro de 1.500 personas y una batalla legal que se prolongó por cuatro décadas.
por Amanda Hopkinson I 5 Agosto 2024
Philippe Sands es un reconocido abogado de juicios internacionales, especializado en casos de derechos humanos. Es profesor de derecho y presidente del PEN Club inglés. También es autor de premiados y exitosos libros, entre ellos Calle Este-Oeste y Ruta de escape, relatos de la persecución de su propia familia por parte de los nazis y del nacimiento del Derecho Internacional de los derechos humanos después de la Segunda Guerra Mundial.
El primer libro, traducido a 20 idiomas, fue la base de un documental, Mi legado nazi, que puso a Sands en el centro del escenario junto a los hijos de dos oficiales nazis directamente involucrados en su historia familiar.
Sin embargo, él ha declarado públicamente: “Quiero ser tratado como el individuo Philippe Sands, no como Philippe Sands británico, londinense o judío”.
La última colonia no es su primer trabajo para apoyar las investigaciones sobre las violaciones a la ley por parte de los gobiernos en el siglo XXI. Sigue a otros que involucran la prisión militar estadounidense en la Bahía de Guantánamo; la colusión secreta entre Bush y Blair acerca de la guerra de Irak, y el juicio al exgobernante chileno Augusto Pinochet.
Aquí, él documenta otro caso de acuerdos privados y engaños internacionales. Cuando en 1965 Gran Bretaña estableció un “Territorio británico del océano Índico”, una extrañamente tardía colonia nueva que abarcaba el archipiélago de Chagos y separaba las islas Chagos de Mauricio, fue alquilada a los Estados Unidos por 50 años como base militar y requirió el traslado de toda la población local, esto es, 1.500 personas.
En La última colonia el impacto personal se da a través del relato de Liseby Elysé. En 1973, casada y esperando su primer hijo, fue deportada de su natal isla Peros Banhos. Ella y Sands finalmente se reúnen en el Gran Salón de la Corte Internacional de Justicia de la ONU en La Haya, en 2018, donde Liseby encabeza la delegación que reclama el derecho de regresar a las islas Chagos.
De manera conmovedora, ella abre la sesión dirigiéndose a la Corte: “Declaro acerca de lo que he sufrido desde que me sacaron de mi paradisíaca isla [donde] todo el mundo tenía un trabajo, su familia y su cultura… Un día el administrador nos dijo que teníamos que abandonar nuestra isla, dejar nuestras casas e irnos… Subimos al barco en la oscuridad, de modo que no podíamos ver nuestra isla… las condiciones en la cubierta del barco eran malas. En aquel barco éramos como animales y esclavos… La gente se moría de tristeza en aquel barco”.
El gobierno de Mauricio ha batallado por las islas Chagos durante 40 años; Sands, los últimos 10.
El Tribunal de la ONU en La Haya, presidido por 14 jueces, escuchó en primer lugar el testimonio personal de Elysé, luego la denuncia detalladamente argumentada de Sands sobre la conducta “vergonzosa” del gobierno británico, incluido un recordatorio de que el exilio forzado ocupa el noveno lugar en la “lista de crímenes contra la humanidad” de la ONU.
Sus palabras triunfaron cuando la innoble defensa británica se desmoronó. Desde entonces, Gran Bretaña simplemente se ha mantenido firme en su incumplimiento de la decisión de la Corte, que no es vinculante, pero tiene un peso considerable.
Hasta la fecha, esa decisión es, a la vez, un fallo histórico para los chagosianos y otra mancha en el registro del respeto de los derechos humanos internacionales. Después de todo, en 2005 Sands publicó su libro (ahora actualizado) titulado Lawless World: America and the Making and Breaking of Global Rules, que traza un largo legado de desgracia.
La última colonia está vívidamente ilustrado por Martin Rowson.
A partir de 1945, con la Carta del Atlántico, la ONU y el Juicio de Nuremberg, mostrando a importantes jefes de Estado, jueces y acusados nazis, el elenco de los caricaturizados en el Tribunal Mundial cambia a lo largo de las décadas, mirando ceñudos al lector desde las galerías de las salas del tribunal. En cada imagen vemos la vista trasera de una diminuta figura vestida de negro, bolso en mano, en constante avance. En la ilustración final, ha sorteado las obstrucciones de los políticos y sus secuaces legales. Es Liseby Elysé y se dirige hacia la salida donde brilla la resplandeciente luz del sol de la libertad chagosiana. Porque en febrero de 2022, junto a cuatro compañeros exiliados, el embajador de Mauricio, el embajador Koonjul (también representante permanente de la República de Mauricio ante la ONU), científicos marinos, periodistas y abogados, incluido Sands, todos a bordo de un barreminas de la Marina Real británica reconvertido, Elysé finalmente ha regresado para volver a ver la tierra de su nacimiento.
Sands ha escrito una historia rotunda, apasionante como una novela.
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Artículo publicado en The Jewish Chronicle. Se traduce con autorización de su autora. Traducción de Patricio Tapia.
Imagen: Protesta frente al Parlamento británico en octubre de 2008, luego de un fallo que impidió el regreso de los expatriados a las islas Chagos.
La última colonia, Philippe Sands, traducción de Francisco J. Ramos Mena, Anagrama, 2023, 304 páginas, $23.000.