Decenas de columnas y artículos se publicaron con motivo de la muerte del antipoeta. Ahora damos a conocer un poema de Milagros Abalo, quizá el primero en escribirse en los momentos en que el autor de Obra gruesa, Artefactos y Discursos de sobremesa era llorado y homenajeado por sus familiares, sus amigos, sus lectores.
por Milagros Abalo I 31 Enero 2018
De la gente que hablo, Nicanor
Hablaste tú primero y aquí está
Haciendo fila para despedirse
Avanza lento bajo el sol de enero
Una mujer después de verte
Le dice a su hermana Apapáchame
Están todos los que están
En el sentimiento más blanco
Caminan alrededor del ataúd
Cubierto con la manta de tu Clara
Retazos de viejas camisas
Caminan en círculos
Han dejado además de flores
Libros, una pequeña guitarra de madera
Fotos que venden en la entrada de La Catedral
Un hombre dejó sus zapatillas y partió
Diciendo Adiós profesor
¿Dónde andas ahora?
¿Es cierto que duermes?
Noticias de otras muertes también llegan
Canta una mujer y no es tu hermana
Aquí están los de siempre
Vagabundos te aplauden al fondo
Y tus señoras piden que vivas 100 más
Abierto sigue el libro de las condolencias
Al salir
La Plaza de Armas en su ruido habitual
De encuentros y conversaciones, de turistas
Inmigrantes negociando celulares para trabajar
Todos buscando la misma sombra
Del hombre que revuelve con su pala la tierra.
por Cristóbal Carrasco