A propósito de la presentación del Archivo Presidente Ricardo Lagos, que contiene tanto la información personal como la que refiere a su rol como mandatario, el director del Programa Archivos de la Universidad Diego Portales plantea que en un mundo de abrumadora transformación digital y sobreabundancia de contenidos audiovisuales, este tipo de documentos se erigen como puntos de referencia críticos y, también, actúan como “salvaguardas contra la manipulación histórica y la desinformación”.
por Alejandro Arturo Martínez I 3 Mayo 2024
Los archivos presidenciales son custodios del legado histórico y político de un país, desempeñando un papel crucial no solo en la preservación de la memoria colectiva, sino también en el fortalecimiento de las bases democráticas y cívicas de la sociedad. En un tiempo donde las instituciones enfrentan desafíos complejos a nivel global, y los movimientos populistas y antidemocráticos ganan terreno, los archivos se convierten en un elemento cardinal para fomentar una ciudadanía informada y críticamente activa. Instituciones como la Fundación Felipe González han liderado el camino al organizar y hacer accesibles los archivos del presidente español, promoviendo la idea de que conocer el pasado es vital para aportar al futuro. Este enfoque resalta la importancia de los archivos presidenciales como herramientas de aprendizaje, reflexión y discusión política, capaces de nutrir el debate público y de fortalecer el tejido democrático de las naciones.
Los archivos presidenciales actúan como salvaguardas contra la manipulación histórica y la desinformación. En una era caracterizada por una abrumadora transformación digital y una sobreabundancia de información visual, estos archivos se erigen como puntos de referencia críticos. La escritora Diamela Eltit, en su ensayo “La memoria pantalla”, describe nuestro presente como un bombardeo de imágenes que dificultan una clara comprensión y, más bien, aniquilan la mirada. Frente a esta saturada realidad, los archivos ofrecen más que datos, anécdotas o una verdad objetiva. Inspiran la imaginación política y promueven, incluso en detalles aparentemente nimios, la generación de preguntas en lugar de aceptar verdades aparentemente uniformes y narrativas vaciadas de sentido.
Bajo este contexto, la apertura del Archivo Presidente Ricardo Lagos Escobar, tras un convenio entre la Universidad Diego Portales y la Fundación Democracia y Desarrollo, y gracias a la confianza del presidente Ricardo Lagos, tiene un significado vital para Chile y América Latina. Este archivo abarca más de 200.000 materiales entre documentos de texto, fotografías, videos, objetos y grabaciones sonoras y se encuentran disponibles para consulta pública en la Biblioteca Nicanor Parra y progresivamente de manera digital en el sitio web archivoricardolagos.udp.cl.
El Archivo Ricardo Lagos está meticulosamente organizado en dos fondos principales: el Fondo Presidencia y el Fondo Documentos Personales. El Fondo Presidencia documenta detalladamente los seis años de su mandato, incluyendo interacciones con líderes mundiales, políticas públicas clave y eventos nacionales significativos. El segundo fondo ofrece una vista íntima de la vida personal y profesional de Lagos, desde su formación académica hasta su participación en la política y la administración pública antes y después de su presidencia. Esta estructura dual permite una comprensión holística de la interacción entre la vida privada y las responsabilidades públicas de un mandatario.
El acceso público de este archivo no solo refleja un compromiso con la transparencia, sino que también impulsa un diálogo informado y constructivo acerca de las prácticas democráticas. Al hacer accesibles estos documentos, el Archivo Ricardo Lagos busca fomentar un mayor conocimiento de las decisiones políticas del expresidente y estimular una reflexión continua sobre los desafíos democráticos enfrentados por la nación. Asimismo, este archivo actúa como un recurso educativo fundamental para estudiantes, historiadores, políticos y ciudadanos, pues cuenta con materiales valiosos para el análisis de las decisiones que han impactado la dirección del país y de América Latina.
Los archivos, en su más amplio espectro, son más que un depósito de documentos o un modo de aproximarse al pasado: constituyen un dispositivo crítico para reflexionar sobre el presente y garantizar que las generaciones futuras dispondrán de un compás para navegar las complejidades de nuestra vida social, cultural y política. Siguiendo a Jacques Derrida, los archivos son espacios donde se negocia la memoria y el olvido, pues dejan su huella en la construcción de narrativas históricas y nuestras formas de presentarnos en el mundo. Por lo tanto, al acceder a los archivos presidenciales, no solo exploramos el pasado, sino que también examinamos las estructuras de poder que dan forma a nuestra comprensión del mundo actual y avivamos nuestras formas de soñar con futuros posibles.
Crédito de las fotografías: Guillermo Calderón.
por Francisco Martín Cabrero