por Milagros Abalo I 26 Mayo 2025
“Cuando salí de mi bolsillo montañés, como el marsupial de saco materno, y llegué a la costa, mi primer encuentro con el mar se llamó miedo”.
Gabriela Mistral
“Yo te invento, realidad. Y te oigo como remotas campanas sordamente sumergidas en el agua”.
Clarice Lispector
“Verás un mar de piedras”.
Raúl Zurita
“El agua altera el principio de horizontalidad, especialmente durante la noche, cuando su superficie parece pavimento. No importa cuán sólido sea su sustituto —la cubierta— bajo los pies, sobre el agua se está algo más alerta que en tierra, se tiene un mayor dominio de las propias facultades. Sobre el agua, por ejemplo, nunca se va distraído como por la calle: las piernas nos mantienen, y mantienen nuestros sentidos, en constante verificación, como si uno fuese una especie de compás”.
Joseph Brodsky
“Yo remo / Yo remo / Yo remo contra tus días”.
Henri Michaux
“La corriente inexplicable que atrapa y conduce sobre el agua el esquife, encorvado como una medialuna, es el latido de la sangre joven y como una palpitación continua de futuro”.
Julien Cracq
“El mar como destructora música invocando la helada quietud, la ciudad que la luz redescubre jubilosa. El ave gritando toscamente hacia un círculo que el agua desdibuja”.
Severo Sarduy
“El agua no ofrece resistencia. El agua fluye. Siempre va a donde quiere, y al final nada puede oponerse a ella. Las gotas de agua pueden erosionar la piedra. Recuerda que eres mitad agua. Si no puedes atravesar un obstáculo, rodéalo. Es lo que hace el agua”.
Margaret Atwood
“¡Mira cómo se eleva impaciente sobre el mar! ¿No sientes la sed y la ardiente respiración de su amor? Del mar quiere sorber, y beber su profundidad llevándosela a lo alto: el deseo del mar se eleva con mil pechos”.
Friedrich Nietzsche
“Voy como agua / por este río de vida / hacia el gran mar de lo que / no tiene nombre”.
Leonel Lienlaf
“El murmullo del mar que es el morir”.
José Watanabe
“Tu cariño se me va / Se me va, como el agua entre los dedos”.
Buddy Richard
“A veces, en la madrugada, llovía dulcemente, y parecía que un enjambre caía del cielo, que los muertos volvían a la vida, que todo estaba bien”.
Marosa di Giorgio
“Soy el nadador, Señor, el hombre que nada / por la memoria de las aguas”.
Héctor Viel Temperley
“He aprendido a nadar en seco. Resulta más ventajoso que hacerlo en el agua. No hay el temor a hundirse pues uno ya está en el fondo, y por la misma razón se está ahogado de antemano. También se evita que tengan que pescarnos a la luz de un farol o en la claridad deslumbrante de un hermoso día. Por último, la ausencia de agua evitará que nos hinchemos”.
Virgilio Piñera
“Navegamos, madre, en un océano sin barcos. / Piedad por nosotros, piedad por el océano, navegamos”.
Anne Carson
“La historia de un arroyo, hasta la del más pequeñito que nace y se pierde entre el musgo, es la historia del infinito. Sus gotitas centelleantes han atravesado el granito, la roca calcárea y la arcilla; han sido nieve sobre la cumbre del helado monte, molécula de vapor en la nube, blanca espuma en las rizadas olas”.
Élisée Reclus