Tejas verdes tuvo un éxito fulminante, primero en España y luego en otros países de Europa donde se tradujo. Fue el primer testimonio de su género, como advierte Valdés, y uno de los pocos no panfletarios en su intento de transmitir una experiencia subjetiva acerca de la sordidez que caracterizó a los meses posteriores al golpe.
El zoom (casi) infalible de Hernán Valdés (1934-2023)